ACERCA DE UN ARTE QUE INCLUIRÍA EL PSICOANÁLISIS
Amanda Oliveros
.“Todo arte se caracteriza por un
cierto modo de organización alrededor de un vacío” nos plantea
Lacan en el seminario de la ética de 1960. Según el enunciado
anterior, hablar de arte y psicoanálisis nos remite entonces, para
empezar, del lado del psicoanálisis, a decir algo acerca de la
noción de vacío.
Una manera
de acercarnos a la noción de vacío común al arte y al
psicoanálisis nos remite a un asunto freudiano conocido como el
mito de la primera experiencia de satisfacción, situada en la
tensión entre el principio del placer y el principio de realidad.
Siguiendo la hipótesis freudiana el principio del placer gobierna
la percepción.
¿Qué
quiere decir esto? En el capítulo VII de la interpretación de los
sueños, Freud establece que los procesos primarios del pensamiento
tienden a ejercitarse en el sentido de una identidad de la
percepción, poco importa que ella sea real o alucinada; la vivencia
de satisfacción facilita las imágenes recuerdo de la primera
experiencia de satisfacción, por cuanto existe una investidura o
carga psíquica que reanima la producción de esas imágenes recuerdo
en ausencia del objeto real, por ejemplo, el seno para el recién
nacido y si no tiene la opción de recubrirse con lo real de ese
objeto, este será alucinado.
En otras
palabras, los procesos primarios llevan la delantera sobre los
procesos secundarios del pensamiento. Lo que constituye la trama de
esta experiencia de satisfacción , nos dice Freud en el Proyecto de
psicología para neurólogos de 1895, consiste en que la imágen
recuerdo del objeto, producida por los procesos primarios de
pensamiento, carga de deseo el objeto , el seno, ya perdido, y lo
reanima del deseo de su reaparición.
Bien,
según la primera vivencia de satisfacción, en la prueba de la
realidad, no se trata de encontrar en la percepción real un objeto
que corresponda a lo que el sujeto se representa en ese momento,- es
esto lo que Freud sitúa como el problema de la identidad de
pensamiento en los procesos secundarios,- sino de volver a
reencontrarlo, lo que se trata de encontrar nunca será vuelto a
encontrar. Allí vamos a situar, en un primer momento, la relación
del sujeto con la noción de agujero, y en el lugar del objeto
que nunca será reencontrado podemos colocar la Cosa perdida.
Esta Cosa
está representada por un vacío por cuanto no puede ser representada
por otra cosa y paradójicamente, por lo mismo, ese vacío será
siempre representado por otra Cosa. Función de la obra de arte.
Al
bosquejar con los párrafos anteriores, de donde procede, en el
razonamiento freudiano, la noción de agujero y vacío, ya nos
colocamos en un punto de encuentro entre arte y psicoanálisis, el
artista, para el psicoanálisis, sería aquel que trabaja de manera
seria, es decir hace serie de obras con el vació de la
representación de la Cosa.
Ahora
ilustremos de otro modo, en un segundo paso, la noción de vacío,
siguiendo de nuevo a J. Lacan en el seminario de la ética. En el
capítulo IX del seminario antes citado, titulado De la creación
exnihilo, Lacan al referirse a la función artística primitiva, la
del alfarero, el productor de vasijas en serie anota que:
“Con el
barro más o menos fino el alfarero levanta las paredes del
recipiente, la vasija se hace pues a partir de la materia que ya
existía, nada se hace de la nada, pero en la imaginería
creacionista con acentos míticos y religiosos, la metáfora del
alfarero es empleada para evocar el acto creador a partir de la
nada, por cuanto la vasija como objeto ha sido hecha para
representar la existencia de un vacío contorneado y circunscrito
por las paredes del recipiente, centro de lo real que se llama la
Cosa, este vacío tal como el se presenta en la representación, se
presenta como un nihilo, como nada. El vaso lo crea, el creador
mítico, con la mano, ex nihilo, a partir de un agujero.”
La
pregunta que sigue es: ¿ Vacío y agujero son nociones iguales? En
principio no, puesto que vacío y agujero son dos palabras distintas.
La vasija que encierra un vacío es un significante, toda vasija
estará en principio vacía, así se la emplee para guardar leche,
flores, joyas o esqueletos, como las urnas funerarias de las culturas
precolombinas y por lo tanto la vasija que encierra un vacío es un
significante, llamado a estar, convocado ex nihilo, en lugar de la
Cosa. Es esto lo que entiendo por “ la Cosa, es del orden de lo
real, lo real primordial y padece del significante”
Entonces
ese agujero, se distingue, en términos topológicos, por ser de lo
real, y convoca llama, al artista primitivo, a poner distancia, al
mismo tiempo que lo cita en el lugar del agujero de la Cosa, con el
material de la obra, el cual resultaría ser ya sustituto, Le-traza,
significante.
Dicho de
otro modo, la vasija que con sus paredes contornea un vacío, es un
significante, en el lugar de la Cosa primigenia perdida. Una figura
de esta Cosa perdida estaría representada, como lo mencioné antes,
por las urnas funerarias, vasijas para cuerpos muertos, con
alimentos y utensilios de las culturas precolombinas, los cuales
evocan, representan para el hombre de las culturas míticas el
agujero del más allá, e inscribe en el hombre primitivo la
pregunta del sujeto sobre La Cosa de los orígenes, su lugar de
llegada y su punto de partida: la Cosa perdida. Por lo demás
evocada por los cantos religioso-políticos de una generación en
nuestro contexto universitario, “ Yo quiero que a mi me entierren
como a mis antepasados, en el vientre obscuro y fresco de una vasija
de barro- De ti nací a ti vuelvo, arcilla vaso de barro”
Expresada
de otra manera la diferencia entre agujero y vacío, es decir en
términos topológicos, en relación al agujero real , la vasija en
tanto significante contornea un vacío y se encuentra en
exterioridad intima con la cosa. “Es allí donde radica el misterio
del arte prehistorico-a saber el asunto del sitio arqueológico”
Bien,
siguiendo en el seminario de la Etica las nociones de vacío,
cavidad, cueva, Lacan nos indica que hay un razón para extrañarse
que las cuevas donde se encuentran las primeras pinturas realizadas
por el hombre primitivo, se hallen en lugares por fuera de toda luz y
claridad, es decir en una cueva, y subraya que fue sobre las
paredes de esa cavidad que se dibujaron las imágenes que nos
aparecen como las primeras pruebas subjetivas del arte primitivo, en
tanto supone, además, una verdadera prueba objetiva, el ejercicio
pictural en esas cavidades obscuras, como son las cuevas de Altamira,
por ejemplo. A esta apreciación Lacan le acota: Se trata de la
sustancia primitiva, dice él, del ángulo de la Cosa.
“ El
ejercicio sobre la pared de la caverna consiste en fijar al habitante
invisible de la cueva, y nosotros podemos allí en esa cadena situar
el constructor posterior de templos y la arquitectura, en tanto
organización, también, alrededor de un vacío; el cual designa
justamente el lugar de la Cosa hasta la figuración del vacío sobre
las paredes del vacío mismo. La pintura enseña progresivamente a
controlar ese vacío; al encerrarlo de aproximación en aproximación,
la pintura se consagra a fijar sobre la forma de ilusión, el
espacio.”
Aprenderemos
con Lacan, en el seminario ya mencionado de la Ética que “la
ilusión del espacio es una cosa distinta del vacío. El vacío como
tal en la pintura se produce entre el siglo XVI y XVII, con la
aparición de las anamorfosis. Estas se producen en el momento de
giro de la ilusión del espacio, el artista revoluciona completamente
su utilización y se esfuerza de hacerla entrar- esa ilusión del
espacio- en su finalidad primitiva, a saber. convertirla en el
soporte de la realidad, en tanto oculta. Por cuanto se trata siempre
en la obra de arte de cernir, circunscribir la Cosa.”
“ Lo
anterior nos permite acercarnos al asunto no resulto de sí el fin
del arte es de imitar o no imitar?. El arte imita lo que
representa?”
A esta
pregunta Lacan responderá . “ Claro está, las artes imitan los
objetos que representan , pero su fin no es justamente el de
representarlos. Haciendo una imitación del objeto el artista hace
del objeto otra Cosa.” -Recordemos a título de ilustración, los
Zapatos del cuadro de Vang-Gogh.- “Así, el objeto es instaurado en
una cierta relación con la Cosa que esta hecha a la vez para
circunscribir, para presentificar y para ausentar.”
Las
anamorfosis, en este orden de ideas , según Lacan, son un esfuerzo
por restaurar el verdadero sentido de la búsqueda artística, los
artistas se sirven del descubrimiento de las propiedades de las
líneas, la instauración de las leyes geométricas de la perspectiva
formuladas al final del siglo XV y crean el artificio de las
anamorfosis en los cuadros.
La ciencia
entra pues, en el arte, a partir del renacimiento. El arte se mezcla
con la ciencia, Leonardo de Vinci es a la vez sabio por sus
construcciones dioptricas, y artista. Es alrededor de la búsqueda
sobre la perspectiva que se centra el interés privilegiado por el
dominio de la visión, nos dice Lacan
Ejemplo de
las anamorfosis es el célebre cuadro de Holbein, Los embajadores,
que Uds pueden ver en la carátula de seminario XI en la edición en
francés, Los cuatros conceptos fundamentales del psicoanálisis, el
cual se puede contemplar en la Galeria Nacional en Londres. En este
cuadro se hallan dos personajes pintados por Holbein hacia 1533,
apostados a lado y lado de un anaquel sobre el cual reposan objetos
como el globo terráqueo y otros que hacen referencia a las objetos
de las artes y la ciencia naciente de la época. De otra parte, en
el plano de adelante del cuadro vemos un cráneo que sobresale como
una pieza extraña ajena al cuadro , la cual se puede apreciar cuando
la mirada del espectador se aleja del mismo y se lleva la impresión
de esa calavera, verdad siniestra ,indica Lacan, necesaria para
sostener la función del vacío en el cuadro.
¿Qué
es un cuadro, entonces
?
En el
Seminario XI, de 1964 Lacan nos explica a partir de las anamorfosis
que “ la visión se ordena a partir de un modo que se puede llamar
en general, la función de las imágenes. Esta función se define
como una correspondencia punto por punto con dos unidades en el
espacio. Cualesquiera que sean los intermediarios opticos para
establecer su relación ya sea que se trate de una imagen virtual o
real, la correspondencia punto por punto es esencial. Lo que es del
mundo de la imágen en el campo de la visión, es pues reductible a
este esquema simple que permite establecer la anamorfosis, es decir
una relación a una imágen en tanto ella está ligada a una
superficie con un cierto punto que nosotros llamaremos punto
geométrico Podrá llamarse imágen cualquier cosa que esté
determinada por ese método- en donde la línea recta juega su rol ,
-es decir trayecto de la Luz.”, pero no toda imagen que produce la
visión, es un cuadro, una obra de arte.
De
la visión a la mirada, el fantasma fálico.
La
deformación producida por las anamorfosis e introducidas en los
cuadros desde Arcimboldo hasta S. Dali y la fascinación
complementaria producida por cuanto muestra eso que escapa a la
visión en la búsqueda geometral sobre la perspectiva, Lacan la
interroga introduciendo una diferencia entre el campo de la visión y
de la mirada. Esa dimensión de la mirada que no tiene nada que ver
con el organo de la visión, es algo del registro simbólico y
sostiene, más allá del vacío, la función de la falta, “Le
manque”, y en ese lugar Lacan , se pregunta si no nos corresponde
situar el fantasma fálico?
Qué
es pues el fantasma fálico en un cuadro?
Expresado
de otro modo, para el psicoanálisis, en el marco de un cuadro, para
que haya cuadro como tal, es decir obra de arte de una época,
encontraremos el fantasma fálico del momento, el significante amo
que organiza el orden de la significación en la cultura, cuya
función sostiene el agujero de la falta, remitiendo al vacío que
estructura la mirada para que haya cuadro más allá del ojo que ve,
y por ello el cuadro pasa , entraría en el estatuto del objeto que
causa un discurso.
En
otras palabras, una obra de arte de la pintura, alcanzaría tal
rango por cuanto no es una creación imaginaria, pura imagen,
producto del ojo sino que al colocarse allí, en lo enmarca el
cuadro, el siginificante falico, , que sostiene el agujero que
referencia la falta y por ello fantasma falico, determinante de la
cadena simbólica que estructura la significación de una época ,
toca el real de la Cosa en juego, historicamente, en lo que hace al
objeto en ese momento.
Por
S. Freud, sabremos que La ciencia ni la religión se situan del lado
de salvar la Cosa. La ciencia, nos precisa Lacan repudia el vacío,
lo forcluye en su aspiración a reducirlo todo a cadenas de letras,
formulas y la religión obtura el vacío de la Cosa donde se
sotendrían las preguntas del sujeto creador, remitiéndolo a lo que
sería la Causa de la creación, es decir, Dios. Notemos que la Cosa
con mayúscula está emparentada etimologicamente con la raíz
latina Causa.
En
el agujero de la Causa, en psicoanálisis, situamos gran Fi, , el
significante fálico, y el asunto que resta del objeto, la traza.
Este significante fálico no ha sido el mismo en todas las épocas, a
partir de allí se puede hacer una lectura del arte en lo que toca a
su historia.
El arte
clásico, en alguna medida, propongo para la discusión, sería aquel
que permite situar las obras de arte en relación a la noción
clásica de objeto antiguo, es decir aquel que se podía referenciar
a partir de la significación del fantasma fálico de la época, en
lo que refiere a sostener el ideal de lo bello, ocultando lo
monstruso de la Cosa, y en las expresiones nuevas del llamado arte
contemporáneo ¿ no tendríamos que situar en la mano del artista el
problema del nuevo objeto y el agujero? efecto de la manera como la
subjetividad del artista es trabajada por la marca de su época, y
sabemos que a la hora actual es la ciencia la que produce su impronta
y deja entrever el agujero que los referentes simbólicos
ocultaban para el sujeto.
El pintor
Catalán Guinovart , en una entrevista concedida a la revista
Freudiana de Barcelona, en 1992 anotaba como en el proceso de
creación hay cosas que el puede racionalizar un poco, pero dice: “
el agujero yo nunca lo he entendido y es curioso porque es un tema
que se repite en mi pintura. Aparece como representado” a lo cual
la entrevistadora , una psicoanalista, le pregunta:
“Y no
sería ese agujero, que aparece en la pintura de todos los
tiempos.... el ombligo de la ensoñación punto de partida de la
creación ?
Guinovart
responde: Lo que para mí es una preocupación constante es la idea
del limite. Meter al espectador en el ambiente. Me preocupa el
límite: mi planteamiento es el de la tela abierta... o incluir el
espejo, que da la posibilidad de una multiplicidad, de una
profundidad, estoy metido en ello pero sin tener una conclusión”
Al leer
esta entrevista con el pintor Guinovart, titulada : Bordear el vacío,
no pude no pensar que para este pintor contemporáneo se trata de la
problemática del nuevo objeto.
Recordemos
que la ciencia despegó en su carrera sin fin, en la medida en que
se desprendió de la noción clásica de objeto y se redujo al manejo
de puras letras y cadenas de letras, Dicho en otras palabras, la
ciencia avanza gracias a que se desprende del problema del objeto
clásico, según la física de Newton, donde el referente, el objeto
exterior al sujeto es necesario hasta llegar a la física cuántica
en donde se trata de la disolución del referente, lo cual hace
aparecer una interrogación nueva sobre la realidad de la materia;
uno puede decir que la ciencia en sus saltos descarta el pasado en
cada momento de corte que inicia otro estado de sus invenciones.
Mientras
que en oposición al productor de ciencia, el artista, en el borde
del agujero, al no poder desprenderse de la problemática del
objeto, con el material de su obra, sostiene y presentifica la
cuestión de la historia, vía el objeto mantiene el vacío en
relación extima con el agujero de la Cosa, es decir la preserva ,
por oposición a la ciencia que la repudia, por ello sería aquel que
puede anticipar sobre lo real de su época, ya sea que se trate del
arte clásico, moderno o del arte contemporáneo; planteo lo anterior
para la discusión.
En este
orden de ideas, vale preguntarse que sería un arte que incluye el
psicoanálisis a la hora actual, en tanto la propuesta para el
psicoanálisis hoy, en lo que refiere a su extensión al campo de la
cultura es la que se propone desde el campo del goce, o Campo
Lacaniano, llamado así, por cuanto fue J. Lacan quien lo nombró
primero, en el Seminario XVII de 1969, dejando abierta la tarea de
investigarlo, para situar los impases de la subjetividad de la época
en que vivimos. Es decir, aquella que por efectos del discurso de la
ciencia, volatiliza el objeto dejando al descubierto el agujero y el
vacío en el lugar de la Cosa, por fuera de los referentes que la
ocultaban, con la consecuente irrupción de las derivas del goce, la
caída del deseo y las nuevas formas de síntomas individuales y
social que jalonan el malestar de la civilización.
A esta
nueva figura de la civilizacion con sus propios impases,
corresponderían las versiones nuevas del arte contemporáneo, sobre
las cuales el artista sería un anunciador. En este orden de ideas,
cabe preguntarse si el arte contemporáneo se encuentra en un tarea
que va más allá de lo que muestra, es decir sostiene versiones que
presentifican un estar allí, de la relación de la verdad del
objeto a la Cosa? Y, por lo tanto, muestran, por la vía del objeto
residuo, las preguntas y problemas del cambio de la subjetividad de
nuestra época.
Si Lacan
se planteó , a propósito del problema resultante del hecho de que
la ciencia no sabe lo que quiere y repudia, forcluye la cuestión del
sujeto, para mantenerla, él se planteo la pregunta siguiente: “¿
Qué sería una ciencia que incluya al psicoanálisis?”, nosotros
podemos, hoy, hacer cierta esa pregunta extendiéndola a: ¿que sería
un arte que incluya el psicoanálisis? en tanto tenemos entre arte y
psicoanálisis, para empezar conceptos comunes: agujero, vacio y
falta, caída de los referentes y campo del goce, los cuales remiten
a la cuestión del sujeto en nuestra época, y para finalizar
sostienen el problema del nuevo objeto, poniéndolo al
descubierto.¿Entonces, el artista tendría por función percibir,
por ello, por anticipado, avisorar, lo que la teoría y el
discurso, del momento, no incorporarían ?
En fin,
esta exposición ha sido fruto del deseo de dar cuenta, de explicarme
y exponer por -qué Lacan no aplicará el psicoanálisis al arte
sino que por el contrario aplicará el arte al psicoanálisis.
Pensando, suponemos, que el artista precede al psicólogo, su arte
permite , talvés, hacer avanzar la teoría psicoanalítica. Debo
decir, como ejemplo de ello, para concluir, que el tema de esta
exposición me surgió en una conversación con Trixi Allina, cuando
decía :
“ Los
artistas en la Universidad, los que somos acedémicos, tenemos un
problema con el lugar del arte,allí, en tanto no hacemos ciencia,
pero por ello no dejamos de ser rigurosos”. Claro que sí, un
artista es un riguroso trabajador de la función de la falta , el
agujero y el vacio, y del problema de antiguo y el nuevo objeto,
punto que la ciencia repudia, o forcluye, la religión obtura, y el
artista retoma con el material para hacer del resto del objeto obra
y el psicoanálisis a partir de allí, produce el sujeto como
respuesta de lo real.
Qué
entendemos, en psicoanálisis, por un sujeto como respuesta de lo
real?
Sirviendome
del arte como metáfora, en lo que refiere a la discontinuidad del
universo de la plástica en relación con el universo musical,
dejaré situada esta última pregunta.
El
fantasma es una apuesta por medio del cual el sujeto apunta a hacer
coincidir un objeto al Deseo, justo allí en el punto donde un
significante falta en la cadena simbólica y es sostenido por - Gran
fi, - repito, donde un significante falta, para dar cuenta de su ser,
tarea imposible, puesto que el deseo del hombre es el deseo del Otro,
pero a favor de lo cual trabaja, sin embargo, el circuito acéfalo
de la pulsión, en esa onda que va del dar a ver, ser visto a
verse siendo visto, en el universo de la representación, punto y
lugar topológico, desde donde, en el marco de su fantasma, el
sujeto se asomaría, a una ventana que lo aproximaría al real de
su orígen.
El trabajo
analítico tiende a descomprometer al sujeto de su relación
aberrante con el campo de la representación, el sujeto es
representado por un significante para otro significante y por tanto
el sujeto no es representable. Se podría decir que en el fantasma,
el sujeto de la pulsión escópica está empujado a reducir la
esquicia entre el ojo y la mirada, reduciéndose a punto y
desmintiendo su división subjetiva, aspiración, vana , pera la
intenta, para extraer alguna razón y respuesta a su ser, vía la
representación..
Ahora
bien, parece que “toda invención de la abstracción en pintura y
que se conoce como el cero de las formas y la nada liberada,
trabajada en la obra de Antonio Tapies, va en contra de la tradición
de la imagen como mimésis y como señuelo. Pareciera que Tapies se
choca con el resto del objeto @ no significantizable, y no
especularizable de Lacan, dice Cristine Buci-Gluksman, conocedora de
la obra de Tapies, en una entrevista publicada en la revista Che
vuoi No 3, e indica que en la investigación del cero de las
formas en Tapies, se opera un salto al vacío que rompe con el
espacio centrado en la perspectiva linear clásica construida a
partir de un punto fijo geométrico para pasar a otro punto de vista
instituyente de una puesta en abismo del sujeto. “ El Más allá de
la imagen” es el título de la entrevista; en donde Chritine
Buci-Glucksman, agrega -“ Hay que sin duda, retomar esa
deconstrucción de la estructura de la imágen, lo cual permite
pensar un nuevo”blocq magique”, lo cual además, pone en la obra
el papel contructivo del tiempo ” Dicho en otras palabras, Según
Christine-Buci Gluksman ese asomarse de Tapies al cero de las formas
que lo acerca al abismo y hace emerger el problema de la
deconstrucción de la imagen que convoca un tempo, el del origen del
sujeto , es una descripción que sirve de metáfora para explicar qué
es el atravesamiento de un fantasma en una cura: deconstrucción de
las representaciones que se asentaban en las identificaciones yoicas
imaginarias, las cuales podemos decir, hasta allí, hasta ese
momento, hacían sordo al sujeto
¿Sordo a
qué ?
Alain
Didier Weil, psicoanalista dramaturgo quien ha hecho aportes
importantes en lo que concierne al universo musical, en el tema del
objeto voz y la pulsión invocante, nos dice, en un libro titulado
Invocations
: “La otra fase por la cual el significante se ampara en la
significación musical,- es decir no es letra- objeto-traza
significante y se hace sonoridad, tempo- es la fase por la cual el
lenguaje se sustrae de la prosa y se hace poesía, música, arrancada
del codigo lexical del sentido y la significación del ser para hacer
audible la significancia y el problema de la existencia de otro
modo, es decir , llegando a hacer oír lo inaudible, lo poco de
sentido del ser dado por la resonancia de ese Otro tempo, y esa Otra
voz que le procede de la Otra escena, morada del sujeto, y que le
causa, en la juntura del Gran Otro de la cadena simbólica que le
determina como objeto residuo de la misma, y por la cual le llega la
nota del sujeto del inconsciente que él deviene.” “Allí donde
eso, la cosa, era, el “Je”, yo del sujeto de la enunciación
advendrá” dice el aforismo freudiano en este punto, grosso modo,
es donde se tratará en el trabajo de una cura del asunto del sujeto
como respuesta de lo real.
Si el
sujeto del psicoanálisis es del mismo tenor de la ciencia, podemos
avanzar que no va sin el sujeto en cuestión en el arte, es, por la
intersección con éste y en el encuentro con la pulsión
invocante, podemos conjeturar, según el razonamiento anterior , que
el sujeto repudiado por la ciencia, acogido por el hallazgo
freudiano, no se excluirían, de otra manera dicho, habría lugar
para el sujeto del inconsciente, con el soporte del sujeto en
cuestión, en el arte.
Amanda
Oliveros
Septiembre
del 2.000
Estimada
Amanda:
He leído varias veces tu trabajo, para mi en la siguiente dirección:
He leído varias veces tu trabajo, para mi en la siguiente dirección:
La Cosa,
El Nada, El Vacío, El Espacio, la cosa, el agujero, el objeto, la
representación,
El sujeto
como irrepresentable, entre un ste y otro.
Mas allá
de la muerte, para Freud, lo inorgánico, el ste, es de esta segunda
muerte de lo que se trata, los significantes primordiales. Sino
vuelve como alucinación, “este será alucinado”. Podríamos
agregar hoy los artistas ponen su cuerpo anticipándose a la
alucinación.
“Lo que
se trata de encontrar” nunca se presentó, pero: en los casos que
planteamos requieren ser presentados Lacan dice: pasaje al acto,
acting aut, FPS, droga, “no es ante la ausencia del objeto sino
ante su presencia, que surge la angustia.
La Cosa,
como A, sin /, como la M toda, sin agujero, sin agujero (simbólico)
en lo Real. La Cosa es mítica, en el origen “la bolsa” es la
Cosa, no la Madre, lo que se pierde es la bolsa, no hay contacto
directo con la M sino es a través de la bolsa, de La Cosa, (sino
Alien el 8ªpasajero)
Cosa/Vacio/Obra
de arte
El Vacio
de la Cosa, todo el cine de terror, Nosferatus, Frankenstein,
King.Kong, el animal-humano, por eso se presenta, como padre
devorador, algo del P Real, como el Dios griego que se comía a sus
hijos, o el minotauro, o el cíclope. Lo que queda es El Nada.
El Nada:
“La Cosa vaciada de representación deja un agujero en lo Real”
Si,
efectivamente S1
ocupa el lugar de La
Cosa, los significantes primordiales ocupan el lugar de La Cosa. De
allí la serie: Traza/huella/marca
Entre La
Phisis y la Psiquis el Espacio
Me parece
interesante, la idea de Espacio sobre el Vacío, vimos que los
griegos construían el espacio bordeado por objetos, el renacimiento
la perspectiva construye el espacio sin objetos, el espacio incluye
los objetos. Todo esto como un proceso para cernir la Cosa,
no-cernible, pero dis.cernible ?
Con la
anamorfosis, dices, es el retorno de La Cosa, ahora la cosa: la
mirada
(prestar
atención a las mayúsculas y a las minúsculas)
La mirada
eso que escapa “al constructors del espacio”, de la perspectiva,
no se puede cernir, no es especular , el a no es especular.
“Más
allá del vacio, posible de cernir por la perspectiva, la función de
la falta” Ahora no es cernir El Vacio, por el espacio, sino la
falta, algo del agujero.
Del A/ al
a
Φ
S1
S2
a
al
objeto a que causa un discurso, encontramos ahora el a, en los
cuatro discursos,
habría
que trabajar mas el discurso de la ciencia y el discurso analítico,
porque el arte no tiene discurso propio, por lo menos para Lacan, es
interesante esto que dices “cuando el artista trabaja en la
universidad”, como funciona el arte en el discurso universitario.
Del objeto
al discurso
Me gusta:
“La Cause Freudiene”, el Vacío de Dios, Dios como Vacío, para
el judaísmo esta excento de representación, no se puede
representar, creo esto fue fundamental para Freud. Todo un proyecto
sacar al A del Vacio, de un vacia.miento del Otro, Vacia al A, Hacia
el A, creo esta es la causa freudiana, el encuentro con Lacan.
Religion
de Dios a Freud
Ciencia de
la Razon a Lacan
El resto
de a.travesar la Cosa, a traves de la Cosa, La Traza, el resto de la
Cosa, el Goce, el goce es la traza que deja la cosa en su
vaciamiento, como la escultura por la Masa, el marmol o la madera,
intenta pulir al maximo para que no deje trazas de la Cosa en si, de
Vacio del Lleno, de la Materia, al Brillo de la Nada Miguel Angel.
No solo
con la ciencia, sino con la sexualidad femenina, paso esto, creo esta
es la Cause Lacaniene, el cambio que produce la mujer en su condición
de objeto en el fantasma masculino, se dispone como sujeto, que
habla. Deja al descubierto el agujero y la cosa, o se revierte en La
Cosa, o se abren otras modalidades de la sexualidad. Pero creo esto
seria cuestión de otro trabajo. Entre La/ Mujer y el Arte.
Espero
haya sido útil, para mi muy productivo, un saludo cordial Alberto
CAballero
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